El sello francés Ed Banger se desmarcaba hace un año a través de su jefazo, Busy P, diciendo que estaba harto del Nu Rave y de toda la movida electro rockera que, curiosamente, él había cimentado dando cobijo a locos retorcidos como Justice o Sebastian.
Ed Banger fue, junto con Kitsune, el sello más importante de una movida que enloqueció a los poperos y a los rockeros por su capacidad de aunar en una pista de baile el sentimiento rockero y la idiosincracia electrónica.
Ed Banger fue, junto con Kitsune, el sello más importante de una movida que enloqueció a los poperos y a los rockeros por su capacidad de aunar en una pista de baile el sentimiento rockero y la idiosincracia electrónica.
Sin embargo, todo llega a su fin y Busy P, harto de que el género hubiera alimentado estereotipos tan hartibles como copias a decenas, rompió con lo que hasta entonces le daba de comer. Su idea, devolver a Ed Banger a la pista de baile sin complejos ni rubores y dejando a un lado la actitud punk. Su punta de lanza entonces era Carte Blanche, el dúo formado por Dj Mehdi y por Riton, que han estado reactualizando el legado de Chicago con unos shows incendiarios marcados por el desprejuicio y la mezcla imposible.
Llama la atención que, curiosamente, Carte Blanche no aparezca en el último recopilatorio de Ed Banger, titulado maliciosamente "Let The Children Techno", porque siendo como es un muestrario del nuevo camino que quiere tomar el sello, la dupla formada por Mehdi y Riton hubieran sido los mejores embajadores.
No obstante, ambos aparecen con su perceptivo tema cada uno, por separado, pero igual de entregados a la causa de este "Let the children Techno", que marca un antes y un después en el sello, en un año en el que, previsiblemente, debería aparecer el nuevo disco de Justice.
"Let the Children Techno" es un recopilatorio que no esconde sus intenciones. Ya el primer tema, firmado por Mr Oizo y el que da titulo al disco, demuestra que el techno de Ed Banger no puede ocultarse, es techno con un claro toque francés, que no puede aparcar el funk, bastardo hasta la médula y que lleva grabado en el adn eso del toque francés -al fin y al cabo, todos son hijos de Daft Punk-.
De hecho, lo de techno es casi una tomadura de pelo cuando uno escucha los pepinos perpetrados por el propio Busy P -hip hop bestial y celestial-, Duke Dumont -que factura el mejor tema del disco-, Siriusmo -en su línea bastarda-, Breakbot -disco filtradisimo y bailongo-, SebastiAn -locura cinemática al estilo Giallo- o Discodeine -que practican lo que a ellos les gusta: Piano freaky y housero-.
En el otro lado, el más estrictamente techno, si que quedan Brodinsky y Tony Senghore, Bobmo o Zombie Nation, todos con un grado de falta de respeto muy alto, mientras que, hacia el final del disco, aparecen los réditos dubstep de Skream, Riton y Mehdi, justo antes de que la sesión se evapore con la magia jazzística de Flying Lotus.
Si este es el nuevo camino de Ed Banger, yo lo aplaudo y podrán contar conmigo, puesto que, más allá de Soulwax, nunca comulgué con el Rock'n'Rave.
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