La música es para el alma, lo que la gimnasia para el cuerpo

sábado, 19 de febrero de 2011

Cabeza de Radio: Todos somos hijos de Thom Yorke

Cualquiera que haya seguido este blog minimamente se habrá fijado en que este espacio no pretende ser una plataforma desde la que hacer una crítica de discos o artistas. Not4cash está concebido más como un balcón en el que saco las plantas a que les de la luz, y yo soy un botánico que ama todos y cada uno de los pedazos de vida que cuelgo en el balcón. 

Nunca he sido muy objetivo con la música, ni con el cine, siempre he pensado que no hay nada más subjetivo que los gustos de cada cual, de ahí que no me tenga como un crítico.

¿Qué ocurre, pues, cuando uno tiene que recomendar un disco como "The King of Limbs", la última entrega de Radiohead? 

Lo que ocurre es que tendrá que pasar por alto ciertas cosas: 
1) La verdad número uno es que Radiohead no van a sorprenderte como banda, eso ya lo hicieron, y pasaran a la historia por ello, entregando sucesivamente "Ok Computer" -el disco que acabó con la hegemonía del brit pop- y "Kid A" -el disco más importante e influyente de los últimos quince años-. 
2) Lo segundo es que, guste o no, y Radiohead tiene tantos defensores como detractores, todos somos hijos de Thom Yorke y Johnny Greenwood. Su aportación a la música de los últimos 20 años está fuera de toda duda. 
3) La tercera verdad es que Radiohead llevan más de 10 años sin sacar una obra maestra. Pero en todo este tiempo han entregado tres LPs -"Amnesiac", "Hail to the thief" y "In Rainbows"- que han agigantado su legado, que no es poco.
4) Radiohead saca discos que suenan a Radiohead. Fin.
Pues bien, más de dos años después de "In Rainbows" -un disco que, independientemente de su calidad, fue más importante por su estrategia de marketing-, Radiohead se sacuden de nuevo, y el resultado es un disco intenso, oscuro, grandilocuente y excesivamente cerebral.

Completamente anclados en la experimentación electrónica -salvo por el sublime ejercicio acústico de "Give up the Ghost"-, Radiohead vuelven a facturar un larga duración que, en las seis primeras escuchas -Y Radiohead necesitan muchas más-, se adentra con acierto en las sombras de la corteza cerebral. 

La excelsa emotividad que desprende la falsa fragilidad de Thom Yorke, unido al importante esfuerzo compositivo de Greenwood, sobrevuelan los escasos 37 minutos de "The King of Limbs", que culminan con un epílogo magistral, "Separator", que recuerda a los mejores Radiohead.
Por el camino quedan alguna que otra pieza para la posteridad -"Lotus Flower" es de lo mejor de su repertorio y recuerda a la época de Kid A, "Feral" es un viaje extraño a la locura y "Little By Little" extrae al mejor Thom Yorke del disco- y algún que otro parón -de intensidad, no de calidad-.

Resumiendo, y creo que es la mejor manera de valorar el disco: "The King of Limbs" se me hace corto. Quiero más. Soy muy fan -que le vamos a hacer-.

1 comentario: