La música es para el alma, lo que la gimnasia para el cuerpo

viernes, 7 de enero de 2011

Bienvenidos


Todos los días son uno.
Despierto al silencio del sol.
¿Con quién puedo hablar hoy?
¿Por qué soy todavía el mismo?

Ninguna recompensa por llamar tu nombre
Porque ya lo he hecho repetidas veces.
Solías ser un gran sol distante.
Y yo soy el tiempo descongelado, esperando brillar.

Todas mis canciones tristes pueden hacerte cambiar.
Solamente te empujarán más lejos.
Una de tus grandes excusas será quedarte allí.
Porque yo no puedo traerte de vuelta de tus sueños.

Y Cuando entiendas qué es verdadero, yo estaré esperándote,
Un poquito más viejo pero misericordioso, como esta noche.

MATTHEW DEAR

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