Benedic Landim es un músico superdotado. Productor, arreglista, compositor y artífice sonoro de algunos de los mejores discos de nu jazz de la última década en el reino unido, Landim es el hombre detrás de Nostalgia 77, una formación que, enraizada en los sellos Tru Thoughts y Impossible Ark, lleva varios años ofreciendo una moderna versión del jazz clásico.
"The Sleepwalking Society", su nuevo larga duración, es la respuesta a unos años en los que Landim se ha dedicado a producir o a arreglar para otros artistas como Lizzy Parks o Jeb Loy Nichols, cuyos discos han sido muy bien recibidos y cuyo calado es, en gran parte, culpa de este jóven -por edad- viejo -por inclinaciones sonoras-.
Por ello, "The Sleepwalking Society" (Tru Thoughts, 2011) parece una llamada de atención a la crítica y al público especializado a los que reclama la atención merecida. Merecida sobre todo porque Landim ha entregado un disco delicioso que, articulado alrededor del jazz, se abre a otros sonidos como el pop, el blues, el folk e incluso algún que otro deje más urban.
Preciosamente arreglado, la sencillez de su propuesta esconde un trabajo de producción excelso, parapetado tras la majestuosa voz de la vocalista alemana Josa Petit, un nuevo descubrimiento de Landim que, con su voz a medio camino entre Lizzy Parks y Andreya Triana, otorga al disco sus más altas cotas de lirismo.
Un disco que resume muy bien la última de sus nueve piezas, "Hush", nueve minutos de jazz lisérgico y atemporal, con largo recorrido y que muestran a un músico excepcional y superdotado.
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