El productor francés Sebastian Devaud, también conocido en la galaxia clubber como Agoria, lanza este mismo mes su cuarto album de estudio, el primero que publica en su propio sello, Infiné, casa editorial de la que han salido LPs de artistas como Apparat, Aufgang o Francesco Tristano.
Agoria es un tipo particular, cuyos intereses y referencias a la hora de producir basculan entre el clasicismo del jazz y el futurismo del techno detroitiano. Su impronta se refleja en cada una de las aventuras que emprende, ya sea a los mandos de una sesión enlatada ("At The Controls" [2007] o "Balance 016 [2010]) o a la hora de poner música a una película ("Go Fast" [2008]).
Precisamente, para su cuarto disco, Agoria ahonda en la dirección que se marcó con el soundtrack de "Go Fast", y entrega un trabajo que se aparta de su faceta más pistera para adentrarse en un terreno más elaborado y coherente con lo que él espera de sí mismo.
"Impermanence" ("Lo efímero" en español) es una pieza de cámara de una hora de duración que contiene cortes pausados de producción mimada al detalle, piezas de dub líquido, pianos tristes, saxos heridos y violines juguetones, colaboraciones vocales y no vocales de altura (campan a sus anchas por el disco Seth Troxler, Carl Craig, Kid A y Scalde) y, sobre todo, el sello de Agoria: La coherencia y la épica desatada.
"Impermanence" es un paso más en la carrera de un artista en deuda consigo mismo y que exorciza sus demonios interiores con cada nueva grabación. Un artista inquieto, arriesgado y valiente, cuya carrera es todo menos efímera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario