El nombre de Justus Kohncke suele pasar desapercibido, y no precisamente porque sea uno muy común, sino quizá por la dificultad que entraña decirlo. Su presencia también podría pasar desapercibida. Aunque genuinamente teutón, JK podría pasar por un friki de cualquier parte del mundo. Lo que, en ningún caso podría pasar desapercibido para cualquier amante de la buena música es la obra de este hombre, uno de los francotiradores más importantes de la música alemana de las últimas dos décadas.
Probablemente, muchos de nosotros habremos escuchado a Michael Mayer o a Superpitcher y habremos pensado que su sonido es muy personal -esa mezcla de sensibilidad popera y oscuridad techno o house-, pero lo cierto es que Mayer, y por ende Superpitcher o cualquiera de los satélites del sello Kompakt deben mucho de su importante legado a la figura de JK, el hombre en la sombra, que ha publicado docenas de hits de genuina música electrónica barnizada en pop de alto standing bajo su nombre o bajo alguno de sus muchos alias -muchos recuerdan eternamente "From Disco To Disco", de Whirlpool Productions, uno de los temas de más trayectoria de las últimas décadas-.
Pues, para los iniciados y, sobretodo para los no iniciados en su sonido -esos que aún no han disfrutado de sus dos increíbles discos en Kompakt o aquel LP de 1999 "Spiralen der Erinnerung" que editaba a Neil Young, entre otros-, tienen la oportunidad de darse un atracón por cortesía del sello británico Nang, que ha tenido a bien dedicarle la tercera entrega de las "New Masters Series", titulada "Fussmaschine" y que recoge 12 perlas firmadas por JK, remezclando a nombres tan ilustres como Hot Chip, The Human League, Chelonis Jones o James Yuill.
Todo ello, además en formato doble, con los temas originales por un lado, y con una sesión enlatada firmada por la enfant terrible Jennifer Cardini por otro.
En conjunto, una sobresaliente muestra de música electrónica que alimenta neuronas y adelgaza caderas, firmada por un joven perro viejo, de nombre impronunciable, y sonido perdurable, eléctrico y fascinante: Justus Kohncke.
En conjunto, una sobresaliente muestra de música electrónica que alimenta neuronas y adelgaza caderas, firmada por un joven perro viejo, de nombre impronunciable, y sonido perdurable, eléctrico y fascinante: Justus Kohncke.